lunes, 22 de enero de 2018

Creación literaria






Creación literaria. 





Introducción. 


La mayoría de las veces que hablamos de literatura pensamos en una corriente, o autores determinados lo que ofrece a los niños la visión de que la literatura `ya está hecha por autores mucho mejores que ellos´ y que su esencia está en disfrutarla leyendo o entendiéndola, cuando la verdadera es que la literatura está hecha para disfrutar no sólo leyéndola o imaginándola sino también produciéndo y creando. Expresándose y comunicando al mundo los pensamientos, inquietudes, intereses y motivaciones que llevan a un autor a escribir y dar libertad a su pensamiento. 




Esa es la idea que debemos transmitir como profesores que pretenden desarrollar la creatividad y expresión de sus alumnos, y no sólo leer obras maestras que ningún interés despiertan en los niños de hoy en día pues tienen intereses totalmente distintos a los de la época de la obra. 


Es por esto que la creatividad y capacidad de comunicación por escrito nos ayudan a mejorar como personas en cuanto a que aumentamos nuestro campo de entendimiento y relación con muchos más temas y personas de diferentes ámbitos, que únicamente leyendo no descubriríamos. 


Hoy en día, con tanta tecnología a mano, resulta difícil motivar y transmitir a los alumnos la importancia y ventajas que nos ofrece la escritura y, más si cabe, la literatura; por lo que el profesor desempeña un papel fundamental en el aspecto motivador y relativo al interés y gusto por la creación literaria. Es fundamental que no se pierdan las cualidades del hombre que se vienen desarrollando desde hace miles de años, pues los niños del futuro también sentirán emociones y pensamientos que quizás deseen comunicar por escrito al mundo exterior, y para ello es necesario poner a su alcance las ventajas de la literatura y la creación literaria. 


Con actividades como las siguientes pretenderemos conceder autonomía creativa a los niños intentando guiarles de la mejor forma posible resolviendo sus dudas o ayudándoles con adaptaciones de vocabulario o expresiones mejor enunciadas; pero nunca interfiriendo en el tema principal ni la expresión de sus ideas pues ese es el objetivo, que ellos mismos desarrollen su pensamiento por escrito de la mejor forma posible para que sus compañeros puedan entenderle. 


Los tres géneros literarios nos permiten estimular y motivar a los alumnos ya que, si por casualidad, algún estilo no les gusta siempre podremos recurrir a ejemplos diferentes que enfoquen la literatura desde otro punto devista más atractivo para los alumnos, es decir, que si no les gusta la poesía por su complejidad por ejemplo, recurriremos a otro género que nos acerque más a sus intereses y forma de entenderse, como puede ser la interpretación teatral. 








Creación en verso. 


La poesía es mal concebida, en ocasiones, como la creación literaria escrita en verso y que, generalmente, rima. Que no es falso, pero debemos intentar darle otro sentido, en el que se resalte la importancia de la expresividad como fin último, donde los sentimientos, ideas y pensamientos son en sí más importante que la rima, la cadencia y los ajustes silábicos. Es por esto que las técnicas y estilos, muy variados y adaptables, deben servir al autor para poder expresarse mejor en función del momento, la idea o el contexto donde se desarrolla su poema y que no le limiten por su forma o estructura. 


En mi opinión la mejor edad para empezar a escribir poesía son los 9 años, para que así, una vez termien la primaria con unos 12 años, ya sean capaces de expresarse y comunicarse de forma que se sientan identificados con su producciones. Coincide esta etapa con el desarrollo de la personalidad y la autonomía, así como con su máximo conocimiento del vocabulario, por lo que si lo sumamos, a la capacidad de empatía y el abandono del ego años atrás, conseguiremos que los alumnos se sientan atraídos e interesados en la producción literaria, tanto suya como de sus compañeros. 





La actividad consistirá en crear de forma escrita una poesía, basándonos en la idea del ¿Cómo te llamas?, y la práctica del acróstico. La actividad estaría destinada a partir de 4º curso de primaria, para que los alumnos sean suficientemente capaces de utilizar un vocabulario variado intentando e intenciones definidas. 


Ejemplo: 


Se elegirá una palabra relacionada con el grupo clase, las personas y su relación, la educación o el aprendizaje para realizar un acróstico con ella y posteriormente poder colocarlas por toda la clase y que los alumnos se sientan protagonistas de su entorno y creaciones literarias. 


Compañero. 


Cambiaría mi lugar por el tuyo 


O ¿debería decir nuestro? 


Me apoyas y yo a ti. 


Para poder compartir 


Amistades y que me enseñes. 


¡Leñe! ¡es necesario que sueñes! 


Ríe, llora y convive 


Olvida lo que os divide. 








En este caso, como en muchos otros, hay que saber que las técnicas no están por encima de la expresión.Por esto debemos tener en cuenta ciertas adaptaciones y saber que siempre será mejor adaptar que forzar, pues la poesía no pretende nada ,sino únicamente, hacer disfrutar al que la escribe y al que la lee. Por eso en el caso anterior, ejercicio que realicé en las prácticas del trimestre pasado en el colegio Estudiantes, adaptamos entre toda la clase la ausencia de la Ñ para poder realizar el acróstico a nuestro estilo y que quedara como a nosotros nos gustaba que era lo importante. 


Nos sirvió de ejemplo para proponer diferentes estilo y palabras con las que los niños se sitienran identificados lo que resultó un éxito. 


Gracias a la poesía conseguimos que muchas personas, en principio tímidas, consigan expresarse de manera más eficaz y a la vez atractiva ya que tienen su tiempo para poder pensar que sienten de verdad y buscar la forma más correcta de contárselo a los demás. Hay que destacar la importancia de la poesía sin rima obligada, centrada en el mensaje, como la que surge en estos tiempos, para que los alumnos comprendan aún mejor que la rima se debe al poema y no al revés. 





Creación dramática. 


Hoy en día la mayoría del protagonismo literario lo recoge el género narrativo en forma de novelas, dejando en segundo plano al teatro en general. Desgraciadamente en la escuela apenas se trabaja la expresión dramática y mucho menos digamos la producción de obras en sí. 

Es por esto que debemos intentar acercar este maravilloso género, que solo aporta cosas buenas al desarrollo de los niños, al ámbito del aula.

Para ello realizaremos una actividad de creación dramática de forma conjunta entre toda la clase, donde los niños puedan elegir su papel antes incluso de decidir la trama de la obra, así conseguiremos que se identifiquen e impliquen más en el desarrollo y producción de la historia. Para ello se harán grupos de 5 miembros entre los que se repartirán los roles de la obra. Una vez asigandos procederán a la creación conjunta de la obra, para ello el profesor les ayudará ofreciéndoles unas pautas a modo de preguntas. Estas tratan el tiempo, el espacio, los personajes, el nudo y desenlace de la historia: 





1-¿Dónde sucede la historia? 


2-¿Quién o quiénes la protagonizan? 


3-¿Qué sucede? 


4-¿Cómo reaccionan los personajes? 


5-¿Cuál es el final de la trama? 





1- La historia sucede en el parque. 


2- Los protagonistas son 3 vecinos de 7-9 años. Jorge, Alberto y Klay 


3- Pasan las horas y llegan tarde a casa, preocupan a sus padres. 


4- Los padres de los niños les regañan por el disgusto. 


5- Los niños aprenden de la experiencia. 





Posteriormente, realizarmos un pequeño resumen de la obra para situarnos mentalmente: 


Los tres amigos salen a jugar por la tarde y llegan tarde a casa por culpa de no tener reloj y entretenerse más de lo debido, lo que hace que sus padres se enfaden y preocupen hasta el punto de llamar a la policía. 


Personajes: 


-Narrador omnisciente 


-Jorge 


-Alberto 


-Klay 


-Policía y padre de Jorge. 





La creación dramática por tanto sería la siguiente: 


Narrador: Un día de julio del año 2015 tres amigos y vecinos salieron, como de costumbre, con su bicicletas a dar una vuelta por el barrio. 


Jorge: ¡Vámonos ya, que habíamos quedado hace 15 minutos! 


Klay: Hasta que Alberto no salga no nos vamos a ir... 


Narrador: Alberto solía hacerse esperar bastante pues nunca usaba reloj y además era un despistado. Jorge y Klay llamaron a su puerta para meterle prisa. 


Alberto: Ya voy chicos. Estoy listo, pero me he puesto a merendar y se me ha caído el colacao. 


Klay: ya estamos todos, ¡a correr! 


Narrador: los tres amigos pedalearon durante un buen rato, entre risas y cruces que hacían del paseo algo más. Cansados pararon a beber agua en una fuente que estaba algo rota y perdía bastante agua. 


Jorge: pierde mucha agua, cuidado no os empapeis los pies jajajaja. 


Narrador: Alberto ya tenía el pie hundido en el charco cuando reaccionó al aviso de su amigo. 


Alberto: vaya, hasta el tobillo. Me voy a sentar a quitarme el calcetín. 


Narrador: los niños no paraban de reír entre ellos. 


Klay: ¡Mirad!, el agua que se pierde está haciendo un río enorme que cruza todo el parque. 


Jorge: vamos a seguirlo. 


Narrador: ataron sus bicis todas juntas y comenzaron a explorar el cauce y su alrededores. 


Alberto: ¿Porqué no hacemos varias piscinas y presas como los castores? Lo he visto en un documental mientras merendaba. 


Jorge: vale, haremos puentes, algún tunel y hasta una isleta donde se esté a salvo del agua. 


Klay: Vamos a recoger palos, piedras y hojas para tenerlo montado. 


Narrador: Teniendo el cuenta el calor que hacía, los niños no tuvieron problema en quitarse la camiseta y embarrarse casi por completo. Además no estaban malgastando agua ya que utilizaban la que se salía por culpa de la avería. 


Alberto: ya tenemos el recorrido del agua cerrado con surcos, vamos a hacer la isleta trayendo arena y hojas. 


Klay: chicos venid corriendo, mirad lo que he encontrado. 


Narrador: atentos, los tres amigos observaron como un hormiguero entero estaba siendo desalojado debido a la inundación causada por la fuente. De inmediato Jorge reaccionó. 


Jorge: Hay que salvar a las hormigas chicos se están ahogando por culpa de la fuente. 


Klay: si, vamos a cambiar la dirección del agua y así conseguiremos salvarlas. 


Alberto: ¡por supuesto! Vamos a salvarlas. ¡Equipo de rescate en camino! 


Narrador: inmediatamente cambiaron la dirección y profundidad de los surcos que habían estado haciendo durante almenos una hora, con lo que consiguieron secar la zona que rodeaba al hormiguero y así salvar a sus amigos insectos. 


Jorge, Klay y Alberto: lo hemos conseguido, están a salvo. 


Klay: oye chicos, ¿qué hora es? Por que se ha hecho de noche y no tengo reloj. 


Alberto: yo tampoco tengo. 


Jorge: yo si, son las.. 


Narrador. Y cuando fue a mirar la hora, se dio cuenta de que, por culpa del agua y el barro, el reloj se había parado en las 8 y era obvio que eran más de las 8. 


Narrador: sus padres les habían dicho, como siempre, que a las 9 como tarde en casa, que aunque fuera verano aún eran pequeños. 





Narrador: mientras tanto, los padres de los niños no tenían noticia ninguna de ellos desde hacía horas y ya eran las 10 y media de la noche. Además los chicos no acostumbraban a llegar nunca más de 5 minutos tarde, por lo que dieron un aviso a la policía. 


Padre de Jorge: voy a salir a buscarles con el coche a ver si les veo. 


Policía: no se preocupe, estarán bien seguro solo hay que esperar un poco. 


Narrador: estas palabras sonaron de muy mala manera en los oidos del padre de Jorge que ya estaba empezando a desesperarse por encontrar a su hijo. 


Narrador: Jorge, Alberto y Klay aparecieron subiendo la calle entre risas y chillidos mientras rememoraban la tarde que había pasado juntos. En la puerta de casa estaba esperándoles la policía y el padre de Jorge con caras no muy amigables. 


Padre de Jorge: ¿Se puede saber como venis a estas horas? o ¿porqué no habéis avisado de que llegaríais tarde? 


Narrador: los niños agacharon la cabeza y dejaron de sonreir, conscientes de que habían preocupado a sus padres y de que eso tendría alguna consecuencia. 


Jorge, Klay y Alberto: lo sentimos, no nos dimos cuenta no volverá a pasar. 


Narrador: y los tres amigos se miraron sabiendo que sus aventuras veraniegas no habían hecho más que empezar lo que les devolvió la sonrisa con la que habían empezado la tarde. 





Para crear literatura no es necesario que sea compleja ni que se deba a un público determinado, sino que responda a los intereses y preocupaciones del autor/es, en este caso niños. No deberemos juzgar sus creaciones por la trama o los personajes sino por su desarrollo como grupo y expresión de una idea común, pretendiendo disfrutar de las interpretaciones e intentando guiarles en su desarrollo y consecución de objetivos. 


Las obras que tratemos en clase deben ser adecuadas al desarrollo cognitivo propio de la edad de los niños, intentando huir de adaptaciones infatiles de obras para adultos que, seguramente, no se acerquen tanto a los intereses de los niños. 





Creación en prosa. 


Siguiendo en la línea de la importancia de la intención y no tanto de la forma realizaremos una actividad basada en refranes populares, pero cambiados a gusto de los niños, lo que les dará, a la vez: conocimiento de los transmitidos oralemente y capacidad creativa para inventar finales y resoluciones. 


Refranero loco: 


Primero trabajaremos el refrán y algunos ejemplos para entender la prosa y sus diferentes estilos. Esta actividad suele gustar mucho a los nños ya que ponen en común refranes y dichos que, generalemente, les cuentan sus abuelos además de inventar ellos por si mismos. 


Se utiliza el comienzo o final de un refrán trabajado para que se le cambie la parte inicial o final del mismo, surgiendo así uno nuevo o con conclusiones diferentes. La actividad está destina a niños a partir de 8 años. 


-Más vale pájaro en mano que Reyes Magos llegando. 


-A quien buen árbol se arrima, buena siesta se echa. 


-A quien madruga el Sol saluda. 


-Dime con quien andas y te diré donde estás. 


-A mal tiempo, buena lluvia. 


-El ojo del dueño agranda el castillo. 


-Cinco no son un montón ,pero 10 son mogollón. 


-Del árbo caído se alimentan las termitas. 


-Más vale maña que trampas. 


-No por mucho madrugar se ven vacas en pijama. 


Los refranes nos sirven también para tratar temas que alomejor no surgirían en una sesióin de lectura rutinaria, lo que nos permite entender de forma algo más abstracta diferentes situaciones que se han etiquetado históricamente con refranes desde hace generaciones. 


Además nos basaremos en dicha creación de refranes para crear nuestro propio líbro en formato físico. Para ello únicamente necesitaremos rotuladores permanentes, tijeras, hilo grueso y el material sobre el que queramos escribir, que puede ser desde cartón a tela o incluso bayetas y portadas de libros viejos. Con ello recopilaremos nuestros refranes inventados y los originales de los que derivan. 





Bibliografía. 


Catálago de actividades creación literaria, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es





Labajo, M. T. (n.d). Apuntes de literatura española, literatura infantil y educación literaria, [en línea]. Centro Universitario La Salle. Disponible en: https://online.lasallecampus.es










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